Viernes, 8 de Noviembre de 2013
Experimento
Hoy es el décimo día. Aquí han transcurrido diez días desde que se inició el experimento, fuera ya han pasado mil años; con cada día y cada noche se fueron cien años y yo, aquí dentro, conozco todo lo que ha sucedido en ese tiempo.
Las épocas pasan y los hechos se suceden sin parar: hay nuevos avances y nuevas guerras… Como desde el principio de los tiempos la gente vive y muere, la gente se enamora y se odia.
Los días transcurren lentamente aquí, y conforme se suceden me alejo más del exterior. Fuera sólo hay un mundo que nunca viví; pero, aún así, fuera hay sentimientos que en un tiempo formaron parte de mí. Cada día los recuerdo mil millones de veces.
Los días pasan, los siglos se arremolinan en mi cerebro para ser pronto engullidos y olvidados en los rincones más perdidos de mi mente. Ya no presto atención a lo que sucede fuera.
Sin saberlo espero, sin saber qué debo esperar.
Un día sucede, en mi subconsciente una noticia esperaba a ser anunciada: hoy nadie se ha enamorado, finalmente ha sucedido, la civilización ha terminado.
Los días pasan y mi mente descansa. Pero mi alma quiere sentir lo que hace tiempo que dejó de existir. Tan sólo recuerdos quedan dentro de ella; no sé si alguno, alguna vez, pudo ser mío. Sólo recuerdos que vienen y van, recuerdos que con el pasar de los días se hacen borrosos.
Sé que un día hubo algo ahí fuera, pero no consigo recordar qué es lo que fue.