Miércoles, 8 de Febrero de 2017
Nuevas editoriales
Lo reconozco, hoy debo tener la mente espesa, muy espesa, las ideas parecen no encontrar camino hacia mi superficial capa gris: ¿Las editoriales se dedican a dar cursos de autopublicación? ¿Las editoriales te ponen en contacto con quien poder editar tu libro? ¿Cuando una editorial ofrece coedición el escritor es el único que pone pasta?
Así parece ser, mi querido amigo, porque nombres y apellidos tienen todas estas preguntas… Demasiados nombres y apellidos para solo tres preguntas.
Pero quizá no esté espeso, quizá resulte que hay demasiado aprovechado revoloteando alrededor de gente inútil o desesperada (obvio etiquetarme, tómate tú esa molestia).
Pero bueno, ¿que importancia tiene eso? ¿Acaso no nos suben la luz, el butano y cualquier otro combustible para que los políticos puedan disfrutar de retiros dorados? ¿Acaso, para ser profesor, no debes gastarte miles de euros en cursos para la parte de concurso? A eso estás obligado si quieres tener comida refrigerada o un trabajo estable… O un trabajo, simplemente un trabajo. Lo antedicho, a fin de cuentas, es solo para satisfacción del ego.
Volviendo la vista atrás
Hay ciertos momentos en la vida que invitan a detenerse para, volviendo la vista, mirar lo que se deja atrás: la gente pero, también, no hay que olvidarlo, la senda recorrida. Es bueno hacerlo.
Es bueno querer saber el porqué de las cosas. No es que eso te vaya a hacer mejor persona, no es que eso te vaya a evitar caer de nuevo en errores ya cometidos, pero, al menos, eso te permitirá saber mejor quién eres y lo que quieres… Vivir es equivocarse, pero vivir, sobre todo, es aprender.
Lunes, 6 de Febrero de 2017
Animales y bestias
Resulta penosa la impunidad con la que se puede dejar morir a un animal en este país. Vivimos en una sociedad tan civilizada que podemos pasar por delante de unos animales que se mueren de hambre y no hacer nada al respecto (pronto ni siquiera indignarnos, que es prácticamente lo mismo que nada). No hacer nada al respecto con la escusa de que tienen un dueño.
Todo tiene consecuencias: la indiferencia, la indolencia, la insensibilidad, el desinterés, la apatía,… la tibieza de espíritu tendrán su recompensa y entonces os quejaréis.