Miércoles, 26 de Septiembre de 2018
Noticias sobre Nekzisto… ¡Por fin!
Resulta que, llevando como llevo apartado de mi portátil seis meses, se me ocurrió que si no me compraba algo donde maquetar, este año también os privaría de la lectura de Nekzisto… Y yo, que soy como soy, no he podido aguantar la pena de vuestra privación y he comprado un portátil para poder hacerlo: para que tengáis lectura este otoño, para que tengáis lectura esta Navidad, para que tengáis lectura por siempre jamás.
Pero no os creáis que ha sido cuestión baladí la elección: el primer seleccionado, por precio, resultó ser un portátil de marca reconocida y de pantalla parpadeante que entraba en suspensión mientras con él trabajabas y que te asustaba con «batería crítica» cuando enchufado estaba. Tres días ha durado antes de devolverlo.
El segundo, un HP, espero que cumpla las expectativas que todos tenéis puestas en la próxima publicación de esa obra no deseada por ninguna editorial, por ningún representante. ¿Falta de calidad? Seguro que sí… pero, ¿dónde?
Miércoles, 1 de Agosto de 2018
Inmigración
En los últimos días se habla mucho de Ceuta y la inmigración; lógico, a pocos les gusta la violencia generalizada (un poco de violencia sí: deportes de lucha y artes marciales, hockey sobre hielo, violencia de fin de semana,…). He leído, por ejemplo, que hay quienes hablan de electrificar las vallas de Ceuta y Melilla: el muro de Trump y el de Israel no molan pero electrificar las vallas de Ceuta y Melilla, sí.
Podría hablar de que África fue dividida entre los países y reyes europeos para explotar sus recursos, pero esto, quién sabe por qué, no gusta a alguna gente. Así que no diré que esos inmigrantes vienen buscando algo de lo que los europeos se llevaron no hace tantos años.
Podría hablar de todas esas empresas, que funcionan con testaferros o que son filiales de empresas europeas, que hacen negocio con la inestabilidad de algunas zonas de África: empresas madereras y mineras, por ejemplo. De la venta de armas no me molestaría en hablar. Pero de esto tampoco hablaré, otra vez, quién sabe por qué, hay gente que se molestaría. Así que no diré que vienen buscando algo de lo que esas empresas se están llevando ahora.
Hablaré de la desertización o la desertificación (igual resultado pero distinto origen) de las zonas periféricas del desierto del Sahara. Por ejemplo: ¿alguien conoce el lago Chad?
Podría decir que la desertización de las zonas periféricas del Sahara es un proceso que se da de forma natural pero que no es por procesos naturales que se esté produciendo tan deprisa… pero no lo haré porque habrá a quién no le guste que se relacione la inmigración con un posible cambio climático provocado por el hombre, quizá por eso de que los paises que más contaminan están en el primer mundo.
Así que solo diré que la desertificación que se está produciendo en África trae hambre, sed, precariedad e inestabilidad.
Pero, eso sí, digámosles a los africanos que tengan la decencia de morirse de hambre y sed en su tierra y que no vengan a enseñar la inmundicia de su muerte a nuestras casas, digámosles que se sienten a ver morir a sus hijos e hijas y que no se les ocurra luchar por ello, que eso da muy mala imagen.
El que ofrece respuestas fáciles a preguntas complejas o es un ingenuo o un mentiroso, y tan peligrosa es una cosa como la otra.
Por cierto, saludos cordiales para todos aquellos agentes de los cuerpos de seguridad del estado que trabajan en nuestras fronteras, seguro que ellos también tienen hijos e hijas que alimentar.
Añadido del 04/10/2018:
También es cierto, cosa que se me olvidó comentar, que un discurso similar hay quienes lo utilizan para no asumir sus responsabilidades. Porque, como dije, las cosas no son tan simples como a muchos les gustaría.
Miércoles, 25 de Abril de 2018
Vosotros los geólogos…
Hace muchos años ya, quizá a finales del siglo pasado, érase que existía un Jordi estudiante. Un Jordi estudiante de geología que tuvo la desgracia de conocer a un profesor de micropaleontología.
Este no dejaba de repetir en todas sus clases: «vosotros los geólogos… Vosotros los geólogos…».
Un día la intriga pudo a la timidez y un alma audaz le preguntó qué carrera había estudiado él. Hete aquí la extraña respuesta: «Geología, pero hace mucho tiempo».
En otra, aún más inolvidable ocasión, se produjo la siguiente conversación:
—La Tierra, que tiene 3500 millones de años,…
—¡Profesor! —dijo un pérfido alumno levantando la mano—, ¿pero la Tierra no tiene 4500 millones de años?
—Mil millones arriba, mil millones abajo qué más da —respondió el micropaleontólogo con voz audaz.
Si esta chorrada tuviera o tuviese una moraleja podría ser que, en demasiadas ocasiones, hasta lo que dice quien debiera saber, no es lo que en verdad es… ¿O es, hazte con una buena bibliografía? No sé, ¿y tú?