Lunes, 27 de Junio de 2016
The stuff that dreams are made of
“The stuff that dreams are made of”
Humphrey Bogart. El halcón maltés (1941).
https://www.youtube. … /watch?v=hp7130Bjec4
Es un tributo de Humphrey Bogart a La Tempestad de William Shakespeare. No lo busquéis en la novela de Dashiell Hammett, aunque en la wikiquote lo pongan como cita de la novela.
Surge parafraseando a:
Prospero:
We are such stuff
As dreams are made on; and our little life
Is rounded with a sleep.William Shakespeare
The Tempest. Act 4, scene 1.
—
Prospero:
Estamos tejidos de idéntica tela
que los sueños, y nuestra corta vida
se cierra con un sueño.William Shakespeare
La Tempestad. Acto 4, escena única.Traducción de Luis Astrana Marín
Editorial Vergara (1961)
Sabado, 25 de Junio de 2016
Brexit
Personalmente creo que un mundo unido es mejor que un mundo dividido.
Pero después de decir eso me surgen preguntas: ¿además de política, qué ha hecho la Unión Europea?, ¿acaso a intentado fomentado un sentimiento europeísta?
Como la Unión Europea para la gente corriente se reduce a cuestiones económicas, y las políticas que las rigen, a qué, sino a la economía, se iba a apelar en ese referéndum.
Yéndome un poco, recuerdo la consulta sobre la Constitución Europea: aquí todos los políticos pidieron el voto por el sí, pero ninguno se molesto en explicar por qué se debía votar sí, qué beneficios nos traería; ¿quién vió un ejemplar impreso de esa constitución en sus manos, o en las de un vecino suyo? Dieron por hecho que como todos los partidos decían que se debía votar sí la gente votaría sí. Gran error.
De igual manera, ¿quién se ha molestado en explicarnos por qué estamos mejor juntos que separados?… Entonces, ¿a quién le sorprende que haya personas que prefieran estar separadas?
Martes, 24 de Mayo de 2016
Amanecer
El hombre de los mil caracteres, así todos le llamaban… Y aunque pensasen que el apodo era algo exagerado, a lo largo del día pasaba por los mil caracteres que le atribuían. Pero no por cualesquiera mil caracteres, por sus mil caracteres lo hacía.
Por las mañanas saludaba alegre y risueño, sin importar si eran conocidos o extraños; en el trabajo era serio y formal, un hombre cabal; durante la comida, gracioso, dicharachero y siempre muy chistoso. Era atento, afable y amable, en todo tiempo educado y modesto, pero nunca servil y siempre con temperamento, genio y personalidad… La persona que a todos gusta tener a su lado.
Sin embargo al volver a casa, cuando con sus sentimientos a solas se quedaba, su mente se rendía, se apoderaba de él la melancolía, la nostalgia y una tristeza que del alma le salía; esa tristeza que solo un amor, un amor sin remedio perdido, produce. Más al final de la noche, de nuevo, sonreía, porque con el amanecer de un nuevo día en su mente ella otra vez viviría.